Los entrenamientos de fuerza en niños son un tema controvertido.
Es común
escuchar que el entrenamiento de fuerza en edades tempranas perjudica seriamente al
niño por limitar el crecimiento y favorecer el riesgo de lesiones.
Hay un cierto temor a
que el cartílago del crecimiento se rompa o se osifique antes de tiempo debido al
entrenamiento de fuerza.
Sin embargo, tal y como el video explica se trata de mitos sin ningún fundamento
científico. Lo cierto es que los estudios han mostrado que el entrenamiento de fuerza,
cuando se estructura apropiadamente con respecto a la frecuencia, modo, intensidad y
duración del programa, encierra grandes beneficios para la salud y el crecimiento. De
hecho, la Academia Americana de Pediatría lo recomienda e invita a trabajar la fuerza.
Igualmente, numerosos estudios científicos y expertos en la materia (Faigenbaum et al.,
2009) no solo recomiendan este entrenamiento para adolescentes sino también para
niños menores de 10 años por todos los beneficios que tiene.
El video que adjuntamos menciona varios de los beneficios que se achacan al entrenamiento de
fuerza en menores.
Así lo pone de manifiesto también el Comité de Nacional de
Medicina del Deporte Infantojuvenil de la Sociedad Argentina de Pediatría. En concreto
entre los beneficios que se describen podemos destacar los siguientes:
- Adopción de buenos hábitos prolongables en el tiempo
- Reducción de lesiones: Existe un miedo generalizado al ejercicio de
fuerza por temor a lesionarse o romper el cartílago de crecimiento. Como en
cualquier deporte, hay cierto riesgo de lesión si se trabaja mal o no se cuida la
técnica, pero atendiendo a estos factores el riesgo de lesión es mínimo. La
realidad es que las tasas de lesiones son mayores en otros deportes. De hecho,
los estudios científicos demuestran que los ejercicios de fuerza tienen menor
probabilidad de lesión o de dañar el cartílago de crecimiento que la práctica de
otros deportes cotidianos como el futbol o el baloncesto.
- Aumento de la tasa de crecimiento: Está demostrado que el
entrenamiento de fuerza no limita el crecimiento, sino que, más bien al
contrario, puede llegar a favorecer el crecimiento de la densidad ósea y pueden
generar descomprexiones axiales. El riesgo estaría en una hiperespecialización
del entrenamiento de fuerza (como por ejemplo ocurre en la halterofilia). Sin embargo, un entrenamiento bien planteado y compensado no supone ningún
riesgo para el crecimiento, sino todo lo contrario.
- Prevención de problemas metabólicos en el futuro
- Trabajo completo: Los ejercicios de fuerza aseguran un trabajo completo
donde involucramos todos los grandes grupos musculares y se realizan
prácticamente todos los patrones de movimiento. No ocurre así sin embargo con
muchos de los deportes que tradicionalmente se escogen de forma mayoritaria
para que los niños y niñas practiquen en su vida cotidiana ya que no son
completos y carecen de algunos de los patrones de movimiento básicos.
VIDEO